Fuente: Pixabay: arifarca
Masa básica simple para pan focaccia
No hay muchas cosas tan deliciosas como el pan focaccia recién horneado, con su delicioso aroma flotando por toda la cocina.
Ingredientes
- 500 g De harina panificable
- 370 ml de agua tibia
- 15 ml De aceite de oliva
- 10 g De sal
- 14 g De levadura fresca
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Procedimiento
Empiece mezclando la levadura fresca en agua templada. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente, ya que podría matar la levadura, un error que suelen cometer los principiantes.
A continuación, añada la harina de pan, la sal y el aceite de oliva a la mezcla de agua y levadura. Es importante añadir el aceite en esta fase, ya que da a la masa una textura única y la mantiene húmeda.
Mezclar todos los ingredientes hasta que empiece a formarse una masa. Trabaje la masa en una superficie limpia y ligeramente enharinada durante unos 10 minutos o hasta que esté suave y elástica. Ahora es cuando la paciencia empieza a dar sus frutos. Le recomiendo que no se precipite en este proceso; la meticulosidad garantizará que el pan tenga una textura de miga perfecta.
Coloque la masa amasada en un cuenco bien engrasado, cúbrala con un paño húmedo y déjela reposar en un lugar cálido durante unas 1-2 horas o hasta que doble su tamaño. El tiempo puede variar en función de la temperatura ambiente, pero ser paciente durante este proceso de fermentación garantiza una Focaccia maravillosamente esponjosa y ligera.
Una vez que haya doblado su tamaño, desinfle la masa suavemente con los dedos, dándole forma según el tamaño de su molde para hornear.
En este punto, puede personalizar su Focaccia con ingredientes populares como aceitunas, romero o simplemente espolvorear sal marina gruesa. Hornéela en un horno precalentado a 200°C hasta que esté dorada, normalmente entre 25 y 30 minutos. Una vez horneado, déjelo enfriar antes de zambullirse en él.