Croquetas de pollo caseras - Receta de la abuela

Si tiene restos de pollo asado, quitar la piel y los huesos y picar la carne. Si no tiene restos de pollo, cocer en la sartén 2 filetes de pollo y picarlos de igual manera. Rallar el queso manchego. Picar la cebolla y freirla en un poco de aceite de oliva en la sartén. Cuando esté dorada apartar y reservarla para más adelante.

Preparar la bechamel : en una cazuela derretir la mantequilla a fuego lento, añadir poco a poco la harina hasta que la mezcla se vuelva espumosa. Añadir la sal y la pimienta así como un poco de nuez moscada rallada. Por fin agregar la leche. Dejar cocer a fuego lento y remover con una cuchara de madera hasta que la salsa espese.

Incorporar el pollo, el queso rallado y la cebolla en la salsa. Mezclar. Poner en la nevera durante 6 horas de manera a que la preparación sea compacta.

Poner el aceite a freír en una cacerola hasta que hierva (175°), pero sin desprender humo.

Mientras tanto, batir los huevos en tortilla en un recipiente hondo. En otro plato, poner el pan rallado. Con la ayuda de una cuchara sacar porciones de la preparación y para darle una forma redonda, ayudarse de las manos. Meter la bolita en los huevos batidos y luego pasarla por el pan rallado.

Poner las croquetas a freir (7 o 8 unidades a la vez) en la cacerola de aceite. Tener cuidado para que no se peguen. Dejarlas de manera que queden bien doradas y crujientes. Sacarlas con la espumadera y proceder a la cocción de las demás croquetas. Colocarlas en un plato con papel absorbente para quitar los restos de aceite.

Servir caliente.