Fuente: Pixabay: Suppenkasper
Receta de patatas gratinadas cremosas con queso
Es difícil equivocarse con reconfortantes capas de patatas cortadas en rodajas finas, nata espesa y queso fundido en esta receta de patatas gratinadas.
Ingredientes
- 11⁄2 kg Patatas Russet, peladas y cortadas en rodajas finas
- 2 tazas crema espesa
- 1 taza leche entera
- 2 clavo Ajo picado
- 1 cuchara sal
- 1⁄2 cuchara pimienta negra molida
- 1⁄4 cuchara Nuez moscada rallada
- 2 tazas queso gruyère rallado
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Procedimiento
Antes de nada, precalienta el horno a 190°C (375°F). Este es un paso crucial, ya que la temperatura adecuada del horno ayuda a cocinar las patatas gratinadas de manera uniforme, un error que aprendí de mis pruebas iniciales.
Una vez peladas, utilice una mandolina de calidad para cortar las patatas en rodajas finas. He descubierto que las rodajas finas y uniformes se cocinan más uniformemente y dan como resultado una textura más cremosa.
En un cazo grande, mezcle la nata espesa, la leche, el ajo, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Remuévalo todo y déjelo hervir a fuego medio.
Añada poco a poco las patatas cortadas a la mezcla de nata. Asegúrese de que cada rodaja está cubierta, ya que esto asegura que cada bocado estará lleno de sabor. Este paso realmente marca la diferencia, ya que me he dado cuenta de que al poner las patatas en capas y verter la salsa no se llega a todas las capas.
Una vez cubiertas todas las rodajas de patata con la mezcla de nata, pasar la mitad de ellas a una fuente de horno engrasada, formando una capa uniforme. Espolvorear con la mitad del queso Gruyere. Coloque encima el resto de la mezcla de patata y nata y termine con el resto del queso.
Ahora tienes que meterlo en tu horno precalentado. Hornéalo destapado durante una hora aproximadamente, hasta que esté bien dorado por encima y las patatas estén tiernas al pincharlas con un cuchillo. Si la parte superior se dora demasiado rápido -un reto al que me enfrenté en algunas ocasiones-, basta con cubrirla con un trozo de papel de aluminio hasta que las patatas estén cocidas.
Una vez terminado de hornear, aconsejo esperar al menos diez minutos antes de servirlo. Puede ser difícil esperar porque huele tan bien, pero ayuda a la estructura y valdrá la pena su paciencia.