Tortilla fácil de espárragos y queso

En primer lugar, rompa los huevos en un bol, salpimiéntelos y bátalos hasta que estén bien mezclados. Este paso es importante porque una mezcla de huevos bien batida hace que la tortilla quede más esponjosa.

Calentar una cucharada de aceite de oliva en una sartén antiadherente a fuego medio. Añada la cebolla picada y cocínela durante 2-3 minutos hasta que empiece a ablandarse. A continuación, añada los espárragos troceados. Cocine durante 5-7 minutos más hasta que los espárragos estén tiernos pero aún conserven un ligero crujido. Esto no sólo dará a su tortilla un bonito color verde, sino también un delicioso crujido y frescura.

Sacar las verduras de la sartén y reservarlas. Limpia la sartén con una toalla de papel para que la tortilla no se pegue.

A continuación, añade el aceite de oliva restante a la misma sartén y deja que se caliente. Vierta los huevos batidos en la sartén, inclinándola para que la mezcla se reparta uniformemente. Reduzca el fuego a bajo y deje que la mezcla de huevo se cocine durante uno o dos minutos hasta que empiece a cuajar por los bordes.

Esparcir los espárragos cocidos y las cebollas sobre una mitad de la mezcla de huevo en la sartén. Espolvoree el queso rallado sobre las verduras. El truco de una buena tortilla es la cantidad adecuada de relleno. Demasiado y será difícil darle la vuelta, demasiado poco y carecerá de sabor.

Una vez que la parte inferior de la mezcla de huevo esté cuajada y la parte superior aún esté ligeramente líquida, utiliza una espátula para doblar la tortilla por la mitad sobre el relleno. Dale un minuto más para que se funda el queso y ya está lista para servir.

Presente su obra maestra aderezada con hierbas frescas para darle más sabor y color, directamente en los platos. Puede servirlo con una guarnición de pan tostado o ensalada mixta para añadir más textura y equilibrio a la comida.