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Exquisitos alfajores de navidad
Cada año, tan pronto como el aire empieza a oler a Navidad, me pongo manos a la obra en mi cocina para preparar mis queridos alfajores navideños. Esta receta ha pasado de generación en generación en mi familia, y siempre esperamos con ansias este momento del año solo para poder disfrutarlos. Con su centro de dulce de leche y su cubierta de chocolate, son un verdadero regalo para el paladar. ¡No dejes de probarlos!
Ingredientes
Para la masa:
- 11⁄2 tazas de harina de trigo
- 1⁄2 taza de harina de maíz
- 1⁄2 taza de azucar
- 150 g de mantequilla
- 1 huevo
- 1 cdta de polvo de hornear
- 1 cdta de vainilla
Para el relleno:
- 1 puede de dulce de leche
Para el recubrimiento:
- 200 g de chocolate para fundir
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Procedimiento
En un recipiente mezcla ambas harinas con el azúcar y el polvo de hornear. Haz una especie de montañita con un agujero en el centro y pon allí la mantequilla en cubitos, el huevo y la vainilla. Con paciencia y manos limpias, comienza a integrar todo. Recuerda, la clave de una buena masa de alfajores es no amasar demasiado, solo lo necesario para que todos los ingredientes se unan.
Una vez que tengas la masa lista, déjala reposar en la nevera durante unos 30 minutos. Este paso es importante para hacer que la masa sea más fácil de manejar al estirarla.
Precalienta el horno a 170°C. Extiende la masa sobre una superficie ligeramente enharinada, con un grosor de unos 3-4mm. Usando un cortador de galletas redondo, corta la masa en círculos. Si no tienes un cortador, un vaso pequeño también funciona perfectamente.
Coloca los círculos en una bandeja para hornear previamente engrasada y hornea durante 10-12 minutos, hasta que estén ligeramente dorados. Deja enfriar completamente.
Une cada dos galletas con una generosa porción de dulce de leche. Aquí es donde puedes ser generoso y poner tanto dulce como gustes, generalmente, a más relleno, más deliciosos resultan los alfajores.
Por último, derrite el chocolate y sumerge cada alfajor para que quede completamente cubierto. Deja enfriar hasta que el chocolate se endurezca. Y voilá, preparados para ser devorados.